La Plata, diseñada como urbe modelo en 1882, ofrece variados atractivos culturales, parques temáticos y amplios espacios verdes.
Muchos coinciden en lo linda que es La Plata, pero pocos conocen los innumerables atractivos de la capital de la provincia de Buenos Aires. Suele ser un destino de trámites administrativos, que no dan tiempo para descubrirla.
Fue planificada y construida antes de ser habitada, por lo cual nada de su diseño quedó librado al azar. Cada edificio, cada calle en diagonal poblada de tilos y cada uno de sus numerosos espacios verdes fueron ubicados de la mejor manera, cuando los recursos económicos abundaban. Después de que Dardo Rocha colocara la piedra fundamental en 1882, la elegancia arquitectónica de Pedro Benoit dio origen a majestuosos palacios, edificios públicos y la emblemática Catedral.
La Plata se levanta como un tablero lleno de espacios verdes: una plaza cada seis cuadras y, en los extremos de sus ejes fundacionales, dos pulmones bien marcados: el Parque Juan Vucetich -en la avenida 25 entre las calles 50 y 54- y el Paseo del Bosque, un lugar tradicional complementado por el Zoológico, el Museo de Ciencias Naturales, el Observatorio y el teatro Martín Fierro, que se integran con la arboleda y completan el paisaje. Grandes y chicos pueden disfrutar de un día de sol al aire libre, dar un paseo en balsas a pedal o pescar en el lago, recorrer una feria artesanal y asistir a algún show en el anfiteatro o a espectáculos callejeros para todos los gustos y edades.
Trazada por Benoit, la Catedral de la Inmaculada Concepción, frente a la Plaza Moreno, se hace visible mucho antes de ingresar al seno de la ciudad. Los ladrillos rosados a la vista se alzan hasta el infinito, a modo de templo neogótico que nada tiene que envidiar a las catedrales europeas. Al igual que estas últimas, la de La Plata fue construida en más de cien años, hasta el 2000, con sus dos torres principales resplandecientes. El visitante puede descender a la cripta, donde, junto al monumento a Dardo Rocha, reposan sus restos y los de su esposa.
A un costado del mausoleo, en la misma planta, el Museo de la Catedral permite descubrir, desde las entrañas, la historia, la arquitectura y la religión que dieron origen y mantuvieron en pie estos imponentes muros. Además, hay dos salas donde se renuevan bimestralmente diferentes muestras de artistas locales y extranjeros. No hay que irse sin visitar la Torre de Jesús, ornamentada con imágenes que representan su vida. Se sube mediante un ascensor que se detiene en miradores a 42 m y 63 m de altura.
Dinosaurios en el bosque
El Museo de Ciencias Naturales es considerado el quinto más importante del mundo, por el valor de sus colecciones y su relevante actividad científica constante. Sorprenden sus grandes mamíferos fósiles (únicos en el mundo) y las réplicas de dinosaurios, lo primero que buscan todos al ingresar a este edificio neoclásico de 1887, donde reciben las figuras imponentes de dos smilodontes.
Un recorrido imaginario por el tiempo, de unas 4 horas, muestra la evolución de la vida sobre la tierra. Las salas están interconectadas para que la atención no decaiga. Los seis sectores de Paleontología componen una muestra atractiva y variada, así como las cinco salas de Zoología, que permiten ver y sentir elementos que dan cuenta de la diversidad del reino animal. Impacta un enorme cráneo de ballena azul que ocupa todo el largo del techo de la sala.
En Gonnet, a diez minutos del centro de La Plata, un país en miniatura conjuga diversión con historia y fantasía. En la República de los Niños se levantan pequeños castillos, palacios orientales, restaurantes, edificios públicos y una capilla, entre 35 edificios a escala. El Tren de la Fantasía se detiene en las estaciones Blanca Nieves y Peter Pan, entre otras, luego de recorrer zonas onduladas, amplios espacios verdes decorados con añosa arboleda y un magnífico lago. En el Centro Cívico se encuentra el Palacio de la Cultura, inspirado en el Taj Mahal de Agra, India. Allí tiene su sede el emblemático Museo Internacional del Muñeco, un espacio encantador. Además, el parque dispone de un nutrido programa de espectáculos gratuitos, actividades educativas y talleres.
El Nuevo Teatro Argentino es una muy buena opción para disfrutar de una noche de gala. En este edificio majestuoso con espacio para 2.200 espectadores, se desarrollan obras líricas de nivel internacional, comparables con la categoría del Teatro Colón.
Por su parte, el Coliseo Podestá también cumple ampliamente los requisitos para ser considerada una sala de alto valor cultural: excelente acústica, calidad artística y fastuosa arquitectura. Antes o después del teatro, resulta imprescindible conocer las propuestas gastronómicas. En La Plata se encuentran desde bodegones en los barrios que ofrecen comida casera, parrillas, hasta gran variedad de restaurantes gourmet con chefs especializados en cocina internacional. Pizzerías, cervecerías y bares son elegidos por los más jóvenes. Suelen colmarse los viernes y sábados de noche.
Fuente: Clarin Viajes
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