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Porsche 911 Turbo Cabriolet: Sol, Aire Libre y Velocidad

e diel, 22 korrik 2007




Potencia, agilidad y tecnología para disfrutar del buen tiempo


KÖNIGSTEIN, Alemania.- Verano. Aire cálido y sol a pleno. ¿Qué mejor vehículo que un descapotable para recorrer la pintoresca campiña alemana de la Renania Palatinado? En Porsche deben haber pensado exactamente eso para presentar en forma oficial en este pequeño pueblo, a 25 kilómetros de Francfort, la tercera generación del espectacular 911 Turbo Cabriolet. En mayo del año último en Jerez de la Frontera, la marca alemana había presentado el 911 Turbo Coupé, el modelo insignia de Porsche por la alta calidad tecnológica y las soluciones que ofrece. El Cabrio está basado en esta plataforma, pero con las modificaciones que requiere un descapotable. Este tipo de modelos por lo general siempre deben enfrentar dos desafíos respecto de una coupé: la rigidez torsional del chasis (sin aumentar el peso en forma excesiva) y el confort dentro del habitáculo al circular sin techo. Ambas cuestiones son superadas con holgura por este Porsche 911 Turbo Cabrio.

Campiña alemana

El test drive no pudo tener un escenario más adecuado: la ruta alemana del vino. Ni una época mejor: el comienzo del verano. Un domingo pleno de sol en una de las principales zonas de vacaciones de Alemania. El trayecto de prueba de sinuosos caminos de asfalto (más tramos de autopista hasta completar 322,5 kilómetros) propuso un paisaje hermoso que combinaba frondosos bosques y extensos y prolijos cultivos de uva, limones y otros frutales. Cada pocos kilómetros, además, la ruta cruzaba por pequeños poblados de campiña, con jardines que explotaban de flores y arcadas de vides que la atravesaban de una casa a otra. Invisibles al conductor, el bastidor de este Porsche 911 Turbo Cabriolet tiene refuerzos con chapas dos veces más gruesas que en el modelo con techo para incrementar la rigidez torsional. Esto tiene fundamental importancia en el excelente comportamiento dinámico, control y estabilidad en curvas, en especial tratándose de un auto que tiene 480 CV de potencia. Para ahorrar peso, las puertas y el capot del baúl (adelante) son de aluminio (22 kilogramos en total), mientras que el capot del motor (atrás) y el alerón son de polímero plástico reforzado con fibras compuestas. La capota es bien clásica, de lona, pero con tres capas de material textil que proporcionan una excelente insonorización (al nivel de cualquier sedan) y estanqueidad (en Alemania llueve bastante). Todo el techo, que incluye elementos de magnesio y pesa 42 kg con el mecanismo para desplegarlo y guardarlo (tarda 20 segundos en hacer estas operaciones). Así, con caja manual, este cabriolet sólo pesa 70 kg más que el coupé. Este notable comportamiento también se debe a otras soluciones aplicadas como la tracción integral con distribución automática del torque entre ambos ejes. Incluso el ciento por ciento puede transferirse a las ruedas delanteras, pero a velocidades bajas la mayor parte de la tracción es provista por las ruedas posteriores. También al control de tracción electrónico PTM ( Porsche Traction Management ) y al sistema de amortiguación variable PASM ( Porsche Active Suspension Management ), que facilitan el manejo, proporcionan un auto ágil, confortable, y aportan un alto grado de seguridad activa. En síntesis, dobla como un tren. Los frenos son casi de competición. En especial los opcionales con discos cerámicos de 380 mm adelante y 350 atrás, más pinzas de serie de 6 pistones adelante y de 4 atrás. En la práctica, se detiene en distancias muy cortas a pesar de las altas velocidades. Además, al presionar el pedal la caja Tiptronic hace rebajes en forma automática y aporta el conocido efecto freno-motor. Los neumáticos, por su tamaño, aportan lo suyo en materia de estabilidad. Los delanteros son 235/35 ZR 19 y los traseros, 305/30 ZR 19.


Sin despeinarse

Como se dijo, un punto crucial de los descapotables es el ruido y la turbulencia en el habitáculo al circular. En este Porsche, aun a 200 km/h (no hay límite de velocidad en las autopistas germanas) se puede oír a la perfección el estupendo equipo de audio Bose, dialogar con un acompañante sin gritar, además de no despeinarse ni perder una gorra en el camino. El cuidadoso trabajo aerodinámico (Cx 0,31) logra que sea un placer manejar con el techo rebatido. El interior mantiene el instrumental de tipo deportivo y aunque en la teoría es un 2+2, el espacio se reduce a las dos plazas delanteras que, huelga decirlo, tienen butacas muy cómodas y de gran sujeción. Tiene, además, el sistema PCM ( Porsche Communication Management ), que incluye DVD y navegador satelital, entre otras funciones. El precio base en Europa es de 126.600 euros. Si puede ahorrarlos, tendrá un automóvil imponente y dinámico, que le permitirá disfrutar hasta el último rayo de sol.

Aceleración extra


Paquete de rendimiento superdeportivo El Porsche 911 Turbo Cabriolet cuenta, como indica la tradición de la marca de Stuttgart, con un motor de cilindros horizontales opuestos (boxer). De 6 cilindros, desplaza 3,6 litros y tiene sobrealimentación mediante dos turbocompresores de geometría variable que constituyen la clave para que entregue una potencia máxima de 480 CV a 6000 rpm y un descomunal par motor de 620 Nm (63,2 kgm) entre 1950 y 5000 vueltas. La potencia específica es altísima: 133,3 CV por litro de cilindrada. Con caja manual (de 6 marchas), acelera de 0 a 100 km/h en 4 segundos y llega a 200 km/h en 12,8. Con la transmisión automática Tiptronic S (5 velocidades) es más rápido: 3,8 y 12,6 segundos, respectivamente. ¿La velocidad máxima? Apenas 310 km/h. A tono con la época, lo destacado es el consumo promedio de 12,9 litros/100 km, muy contenido para un deportivo de pura raza. Pero no es todo en materia de prestaciones. En forma opcional, Porsche ofrece el paquete Sport Chrono Turbo, que asegura una configuración superdeportiva de la gestión electrónica del motor, de la suspensión y del control de tracción, además de activar la función de overboost de los turbocompresores. Este overboost (hay que presionar el botón Sport en la consola para activarlo) incrementa la presión de sobrealimentación de los turbos en 0,2 bares al pisar a fondo el acelerador. Con esto, el par motor máximo llega a 680 Nm (69,3 kgm) entre 2100 y 4000 rpm, haciendo aún más elástico el motor. Así, por ejemplo, la versión con caja de cambios manual recupera de 80 a 120 km/h en 3,6 segundos contra 3,9 sin el overboost, mientras que el modelo con caja automática-secuencial Tiptronic S baja de 3,6 a 3,4 segundos. En la práctica, el 911 acelera como un misil y el paisaje pasa muy rápido.

Fuente: La Nacion

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