De caballos y jinetes
Polo y equitación son las actividades principales en la hostería de campo La Guillermina. Buen alojamiento y sabrosa comida. En la hostería rural La Guillermina, a 5 km del centro de Mercedes, los robles, eucaliptos y pinos que rodean el casco generan una especie de cálido microclima, que invita a los huéspedes a olvidarse del frío del campo y saborear a media mañana una picada. Al borde de la piscina, no falta el tradicional salame casero mercedino. El parque está delineado por una tupida hilera de ligustros que separan el sector de descanso con el área de actividades ecuestres. En el Club Hípico se dictan clases de taqueo, equitación, salto y polo para adultos y niños, e instrucciones para preparar y mantener aptos los caballos. También funciona un pensionado equino. Los que prefirieron salir del quincho para disfrutar del jugoso asado, se convierten en espectadores de las prácticas de polo. Y son los primeros en anotarse para las cabalgatas de la tarde, una vez terminado el show folclórico. A la propuesta de pasar un fin de semana o un día de campo, se suma el sistema "campo compartido", para probar cómo es la vida lejos de la ciudad, sin necesidad de comprar terrenos. "Por 4 mil pesos al año, una familia dispone del campo y la estancia cinco días en invierno, cinco en verano y fin de año, sin hospedaje", explica Esteban Duarte, uno de los propietarios. La hostería tiene capacidad para 15 huéspedes, con habitaciones para parejas o matrimonios con chicos (algunas en suite), biblioteca, video, TV y equipo de música. En esta época, la puesta de sol se anticipa y el viento húmedo que congela las manos invita a arrimarse al fogón para saborear pastelitos y dulces caseros. Es el preanuncio del final de la jornada, antes de las pastas de la cena. La última exquisitez.
Fuente: Clarin
Nuk ka komente:
Posto një koment