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GARRA PUMA. Manuel Contepomi se tira y tacklea a Dominici. (AP)
Volvieron a jugar en un nivel altísimo y se impusieron por 34-10 en París, en el partido por el tercer puesto. Fue la despedida del técnico Loffreda y de varios referentes del seleccionado. Felipe Contepomi (2), Hasan, Aramburu y Corleto apoyaron los cinco tries argentinos. La última batalla de Los Pumas en el Mundial. La última vez que la mayoría de estos jugadores se ponían la camiseta celeste y blanca en una Copa. También la última vez que Marcelo Loffreda dirigía a este seleccionado, luego de siete años en el cargo. Por eso y muchas otras cosas más, este encuentro por el tercer puesto con Francia tomaba un valor incalculable. En la mejor actuación de Argentina en toda la historia, este final merecía ser con sonrisa. Se lo prometió el plantel después de la derrota con Sudáfrica y con ese objetivo salieron al Parque de los Príncipes. Los dos llegaban golpeados a este duelo. Los Pumas no pudieron con la potencia de los Springboks en las semifinales, mientras que el organizador cayó inesperadamente con Inglaterra y tuvo que conformarse apenas con luchar por el podio, en un torneo que arrancaron con las esperanzas de levantar por primera vez la Web Ellis Cup. La primera emoción de la noche fue para los himnos. Como nos tienen acostumbrados, los argentinos lo cantaron con el alma. Se hicieron oír como aquel 7 de septiembre en el debut, que ahora parece tan lejano. Pasó la Marsellesa y se dio el comienzo a la acción. Curados de espanto, los locales comenzaron muy diferente al primer partido del certamen. Concentración absoluta para los de Bernard Laporte. Si alguien creía que este encuentro por el tercer puesto poco les importaba a los jugadores, rápidamente quedó demostrado todo lo contrario. Cada pelota era disputada con el corazón y los roces no se hicieron esperar. Francia tenía la intención de jugar de todos lados. Por su parte, Argentina apostaba a ese estilo que tanto rédito le dio a lo largo de este Mundial. Cada vez que podían mandaban la pelota a campo contrario y trataban de presionar. Por momentos, no era tan efectivo y le daba grandes oportunidad de atacar al rival. Entre los mínimos errores que cometían los franceses y la férrea defensa de Los Pumas, los locales no podían marcar pese a estar en las 22 yardas por un largo tiempo. Solo sumaron con un penal de Jean Baptiste Elissalde y los de Loffreda respondieron con otro de Felipe Contepomi. Una y otra vez Les Bleus arremetían, pero por equivocaciones propias y virtudes ajenas, nunca alcanzaban el in goal. En cambio, en la primera que tuvo Los Pumas facturaron. Movieron la pelota y después de una buena intervención de Alberto Vernet Basualdo, a Felipe Contepomi le quedó un agujero enorme por el ciego y lo supo aprovechar. Y encima metió la conversión de un lugar muy complicado. A partir de ahí, un antes y un después en el encuentro. Con inteligencia y llevando a cabo a la perfección el plan táctico, Los Pumas conseguían sumar cada vez que estaban en campo contrario. Juan Hernández falló un drop que dio en el palo, pero en la misma jugada Omar Hasan, en su partido despedida del seleccionado, logró zambullirse y marcar su try. 17-3 para los sudamericanos. Los minutos finales de ese primer tiempo se disputaron en las 22 yardas de Argentina. Durante ocho minutos estuvieron a centímetros de la línea los galos y la defensa de Los Pumas respondió a pura garra. Roncero fue uno de los estandartes en esa batalla. En Francia, Ibáñez era el encargado de mandar a los suyos para adelante, aunque siempre en frente chocó con una barrera. Piñas de un lado y de otro. A los 43, tras un penal de Rimas Alvarez que le costó la amarilla, el árbitro neocelandés Paul Honnis dio por terminada la etapa inicial. También se fue al vestuario con una tarjeta Ibáñez. Desde las tribunas bajó una silbatina que aturdía contra los argentinos. Después de un final caliente, el complemento arrancó tibio. La presión ejercida por Francia no era la misma y eso era totalmente favorable para Los Pumas. Juan Hernández tenía más tiempo para pensar y usar esa maravillosa patada que desplegó en los seis partidos que jugó. Volvió a la cancha Rimas, aunque Ibáñez le dejó su lugar a Sebastián Bruno. Los nerv ios empezaban a jugarle una mala pasada a los locales. El grito por Chabal era constante, y Laporte se hacía esperar. A los 12, una muestra de lo bien que pueden jugar los muchachos de Loffreda. Corleto empezó a toda velocidad en la mitad de cancha, encontró espacios y habilitó a Manuel Contepomi. La pelota parecía que quemaba y pasaba de mano en mano. La tocó Albacete, Hernández, Felipe y el último Federico Martín Aramburu, para sellar uno de los tries más lindos del seleccionado argentino en una Copa. De lado a lado, para silenciar por completo al Parque de los Príncipes. Entró Chabal para el conjunto francés y Juan Leguizamón para el argentino. Dos minutos más tarde, el santiagueño lo frenó con un hombrazo y el jugador más querido de Les Bleus cayó tendido al piso. El juez de línea lo advirtió y Los Pumas se quedaron con uno menos. ¿Cómo siguió el partido? El equipo de Loffreda recuperó la pelota en su campo, Felipe encontró a Agulla y el único amateur de la cancha habilitó a Corleto. Nani empezó otra corrida espectacular, como la del 7 de septiembre. Y el final fue el mismo: con una sonrisa y de cabeza al in goal. El resultado era 27-3 a los 24 minutos del segundo tiempo. Francia volvió a tomar la iniciativa y a sacar ventaja del hombre de más. Los locales hasta robaron un scrum y por primera vez dominaron por completo a los de celeste y blanco. La recompensa llegó para Poitrenaud, uno de los mejores de su equipo, y anotó su try. La ilusión se encendió, aunque quedaba muy poco tiempo. Con diez para el final, Argentina se despertó y ya no iba a caber ninguna duda que el triunfo iba a quedar para Los Pumas. Loffreda mandó a la cancha a Nicolás Fernández Miranda, Esteban Lozada y Federico Todeschini. Ya había ingresado Hernán Senillosa unos minutos antes. Con el alma y el corazón a flor de piel, Los Pumas marcaron otro try y empezó la fiesta. Felipe Contepomi sumó el suyo y ya era imposible que se escape la victoria. "Es un afano, suspéndanlo", se escuchaba de los argentinos que asistieron al estadio. La alegría era Argentina. Honnis pitó el final y el abrazo de los quince Pumas que pasaron a la historia. Histórico, monumental, fantástico, son los primeros adjetivos que pasan por la cabeza. Un 34-10 muy justo. Por inteligencia, bravura, garra y sed de gloria, Los Pumas se llevaron el tercer puesto del Mundial. Francia no tuvo respuestas. Fue una sombra a lo largo de los ochenta minutos y un reflejo de lo que fue esta Copa para ellos. Argentina terminó con una sonrisa, como se merecía. Un esfuerzo enorme para un logro impensado por muchos. Luego de la derrota con Sudáfrica aparecieron los detractores de siempre, los que criticaron a estos jugadores. También los que creyeron que ya no había interés en este partido. Este plantel demostró lo contrario y le dieron el adiós que deseaban a Loffreda y varios integrantes del cuerpo técnico, Hasan, Longo y Nicolás Fernández Miranda. También a otros que quizás no vuelven a vestir esta camiseta. Salud, Pumas. Sin dudas, un mes y medio inolvidable para el rugby argentino.
Fuente: Clarin
1 koment:
La verdad que toda un alegria por Los Pumas! // me complace anunciar que ya fuistes agregado a Beta DIR // bienvenido a la comunidad! :)
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