En San Carlos de Bariloche
Evaluaciones variadas sobre el país
En el país hay unos 21,5 millones de hectáreas que fueron declaradas áreas protegidas (AP), con el objetivo preservar su biodiversidad. Representan el 7,7% del territorio nacional. Más de un cuarto de ellas se incorporaron al mapa en la última década: desde 1997 se declararon 153 nuevas áreas naturales protegidas, que aportaron casi 6 millones de hectáreas más a la superficie preservada. Y en breve, el Ministerio de Defensa planea sumar otras 43. "Ha sido un aumento significativo. No obstante, la proporción de la superficie protegida está muy por debajo de la media mundial y de lo asumido como compromiso en el nivel nacional", señala el informe presentado ayer, al inaugurarse el Segundo Congreso Latinoamericano de Parques Nacionales y Areas Protegidas, en San Carlos de Bariloche. El encuentro reunió a más de 650 especialistas en medio ambiente de todo el continente. Los estándares internacionales indican que al menos el 10 por ciento del territorio nacional debe ser AP. Durante la apertura del congreso se dio a conocer un informe con un diagnóstico sobre el estado de las AP en América Latina y el Caribe, elaborado por los organizadores del encuentro. Entre otros, el Programa de Naciones Unidas para el Medio Ambiente (Pnuma), la Comisión Mundial de Areas Protegidas y la Administración de Parques Nacionales argentina, como país anfitrión. Si bien el diagnóstico, elaborado sobre la base de documentación aportada por cada país, destaca el aumento de la superficie protegida en la Argentina, en el capítulo dedicado al país se apunta que las evaluaciones de efectividad en la gestión de las AP indican que "un alto porcentaje de esas tierras cuenta con niveles pobres de implementación y manejo". Agrega: "La mayoría de los subsistemas provinciales han aumentado la superficie y número de áreas sin un crecimiento acorde en la capacidad de gestión y asignación de recursos". No pasa lo mismo con las AP nacionales. El crecimiento del turismo y de la actividad petrolera y minera son, según el informe, las principales amenazas que pesan hoy sobre las AP. También, "la escasa seguridad jurídica-institucional", dice el documento, que cuestiona la falta de mecanismos de integración institucional entre jurisdicciones. "La Argentina no cuenta aún con una política nacional al respecto", dice. Y cuestiona que la Administración de Parques Nacionales no dependa de la Secretaría de Medio Ambiente (que en 2000 pasó a depender de la Secretaría de Turismo), que quedó "desvinculada de temas relacionados con la política ambiental nacional".
En el país hay unos 21,5 millones de hectáreas que fueron declaradas áreas protegidas (AP), con el objetivo preservar su biodiversidad. Representan el 7,7% del territorio nacional. Más de un cuarto de ellas se incorporaron al mapa en la última década: desde 1997 se declararon 153 nuevas áreas naturales protegidas, que aportaron casi 6 millones de hectáreas más a la superficie preservada. Y en breve, el Ministerio de Defensa planea sumar otras 43. "Ha sido un aumento significativo. No obstante, la proporción de la superficie protegida está muy por debajo de la media mundial y de lo asumido como compromiso en el nivel nacional", señala el informe presentado ayer, al inaugurarse el Segundo Congreso Latinoamericano de Parques Nacionales y Areas Protegidas, en San Carlos de Bariloche. El encuentro reunió a más de 650 especialistas en medio ambiente de todo el continente. Los estándares internacionales indican que al menos el 10 por ciento del territorio nacional debe ser AP. Durante la apertura del congreso se dio a conocer un informe con un diagnóstico sobre el estado de las AP en América Latina y el Caribe, elaborado por los organizadores del encuentro. Entre otros, el Programa de Naciones Unidas para el Medio Ambiente (Pnuma), la Comisión Mundial de Areas Protegidas y la Administración de Parques Nacionales argentina, como país anfitrión. Si bien el diagnóstico, elaborado sobre la base de documentación aportada por cada país, destaca el aumento de la superficie protegida en la Argentina, en el capítulo dedicado al país se apunta que las evaluaciones de efectividad en la gestión de las AP indican que "un alto porcentaje de esas tierras cuenta con niveles pobres de implementación y manejo". Agrega: "La mayoría de los subsistemas provinciales han aumentado la superficie y número de áreas sin un crecimiento acorde en la capacidad de gestión y asignación de recursos". No pasa lo mismo con las AP nacionales. El crecimiento del turismo y de la actividad petrolera y minera son, según el informe, las principales amenazas que pesan hoy sobre las AP. También, "la escasa seguridad jurídica-institucional", dice el documento, que cuestiona la falta de mecanismos de integración institucional entre jurisdicciones. "La Argentina no cuenta aún con una política nacional al respecto", dice. Y cuestiona que la Administración de Parques Nacionales no dependa de la Secretaría de Medio Ambiente (que en 2000 pasó a depender de la Secretaría de Turismo), que quedó "desvinculada de temas relacionados con la política ambiental nacional".
Fuente: La Nacion
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