Aventuras después de la nieve
Los centros de esquí reformulan sus propuestas con rappel, cabalgatas, trekking, paseos en 4x4 y hasta buceo.
Saber reinventarse es la premisa de los complejos invernales de la Argentina. Por costos fijos ya asumidos, pero también por contar con magníficos escenarios naturales que no quedan inertes cuando la nieve se despide, los centros más importantes marcaron un camino convertido en posta para los demás.
Como grandes anfiteatros, valles y montañas cobran vida y color tras el paso del manto blanco y brindan opciones que los administradores supieron aprovechar. Ríos de deshielo dan paso al rafting, montañas devienen palestras naturales, cimas por alcanzar, bosques que intercalan cabalgatas, circuitos para cuatriciclos y canopy y hasta acopios de nieve permiten la inusual experiencia del esquí de verano. No es extraño que los complejos más importantes del país hayan marcado el camino.
Al pie de la Cordillera
Valle de Las Leñas, cerca de Malargüe, en Mendoza, supo sacarle provecho a sus 17.500 ha en la Cordillera de los Andes. Desde la base del centro parten transfers hacia las correntosas aguas del río Atuel, para practicar rafting de tres niveles, mientras en la Pared de los Morros comienza la aventura para quienes se animen a la escalada, el rappel y la tirolesa.
Mountain bike por el Valle del Desecho o el Pozo de las Ánimas, sorteando obstáculos y cauces de arroyos, travesías en 4x4 a la Laguna Niña Encantada y cabalgatas por El Soldado y Valle Hermoso son algunas de las experiencias posibles. Como productos especiales, Las Leñas propone un lodge de alta montaña, recorrido que visita paisajes inverosímiles de la cordillera, acampando muy cerca de Chile, con un confort impensado (agua caliente, comidas gourmet y luz eléctrica por generadores) y pasando tres noches en una suerte de hotel de lujo. El ascenso al Cerro Leñas es otra vedette de la temporada. El gigante de la zona combina trekking, cabalgata y escalada en busca del sueño de hacer cumbre a 4.351 m de altura. Por si fuera poco, su equipo de pisteros encontró laderas donde el sol no pega con la vehemencia habitual y los transformó en "centros de acopio" de nieve, lo que permite una experiencia única en Sudamérica. "Los dos años anteriores pudimos esquiar en verano, con short y remera. Esperemos que las condici
ones climáticas permitan esta actividad a 3.400 m de altura", explica el guía de actividades especiales Fernando Passano.
Buceo en la Cordillera
La actividad es curiosa desde la concepción. En el Valle de Las Leñas (Mendoza), el desafío de bucear en las profundidades de una montaña, a varios metros de altura sobre el nivel del mar, es tan absurdo como posible. Esa curiosidad se suma a la cuota de misterio del enigmático mundo subacuático y provoca un tumulto de sensaciones impensadas. El escenario elegido es Valle Hermoso, sitio perfecto para lograr el bautismo en la disciplina y nada menos que "en la altura". Una vez puesto el traje de neoprén, indispensable para soportar los 6° a 12 ° C del agua, se reciben pocas instrucciones y cada participante se zambulle con un guía. A partir de allí, no habrá más que relajarse. El primer impacto es el frío y una sensación de que todo transcurre en cámara lenta. Poco a poco el paisaje descubre truchas arco iris, particulares algas de un verde luminoso y rocas de extrañas formas, inmutables en el silencio. "La diferencia fundamental está en los cálculos, muy diferentes a los que se hacen cuando se está a nivel de
l mar", explica un instructor. Además de las actividades náuticas, En plena cordillera principal, entre los ríos Cobre y Tordillo y a 20 km del centro de esquí, Valle Hermoso es ideal para cabalgar, acampar y comer comidas típicas -como chivo- en su restaurante.
El complejo más famoso
Ya en la Patagonia, cerca de Bariloche, Río Negro, el Cerro Catedral sabe de renovaciones. Todo cambia en su suelo, pero las nuevas texturas y colores no ceden a la actividad. Al ritmo de las estaciones, el complejo altera su fisonomía, para estar al pie del cañón con prácticas de montaña. Para arrancar, el trekking de ascenso a las laderas del Catedral es una buena forma de disfrutar los lagos, valles y cerros aún nevados. Rappel, escalada y juegos para los chicos en el Kids Club están incluidos en el ascenso por la Telecabina Amancay. Servicios guiados de mountain bike y cuatriciclos por circuitos de montaña se complementan con el novedoso mountain board (tabla de skate todo terreno con cuatro ruedas inflables) y aseguran la diversión para todas las edades. Las cabalgatas al pie de un racimo de torres góticas que le dieron su nombre, ante la incomparable vista del Parque Nacional Nahuel Huapi, hace de Catedral otra buena opción para el verano. Y si la fatiga llega al cuerpo, 21 paradores gastronómicos abier
tos todo el año se encargan de reponer las energías en la base más completa del país.
Un club en Cerro Bayo
Anclado en plena cordillera, a un paso de Villa La Angostura, Neuquén, Cerro Bayo no deja de crecer. Este verano inaugura su Club de Montaña, con trekking (con guías bilingües), travesías a caballo entre lengas y coíhues, circuitos de montain bike y motocross por la ruta 66 y la cascada del río Bonito, que se suman a los más desafiantes rappel y montain board. Su Parque Mágico ofrecerá juegos didácticos, estructuras inflables, canchas de fútbol, torneos de arco y flecha y una palestra. Recitales, maratones y tours gastronómicos completan la apuesta. "El 82 por ciento del turismo que visita La Angostura lo hace en el verano; por eso, Cerro Bayo se prepara con todo", afirma Damián Lopo, socio del complejo.
En verano también estará de estreno Chapelco, a 20 km de San Martín de los Andes y cerca del Parque Nacional Lanín, en Neuquén. "Si bien estamos terminando de armar los productos, confirmamos que abriremos las puertas del centro de enero a marzo con programas para disfrutar en familia", anticipa Federico Soto, encargado de prensa. Habrá competencias de paintball (pistolas con cartuchos de pintura) por equipos, un parque para mountain bike con circuitos de descenso marcados por colores, un recorrido de canopy desde la copa de los árboles de la cota 1.700 a la 1.600, cabalgatas y diversos juegos para chicos en el sector del antiguo jardín de nieve. Pero la sorpresa del verano en Chapelco la dará el vuelo en parapente: por medio de estructuras especialmente diseñadas y tras un breve curso de dos horas, será posible un "bautismo patagónico". Además, el complejo ofrecerá paseos hasta El Mirador y la Pradera del Puma, que se completarán con un tobogán andino, que transportará en un carrito a los audaces que se animaron en a largarse desde la cota 1.700.
Propuestas bien al sur
En Tierra del Fuego, Cerro Castor aún no estrenó excursiones, pero se suma a la movida veraniega con su restaurante Morada del Águila, reconocido por el cordero patagónico asado y una excelente carta de vinos. El centro realizainversiones que verán sus frutos en 2009. "La idea es que para el otro verano estén habilitadas las 15 cabañas que estamos construyendo y armemos paquetes de tres días con pesca de truchas en los lagos fueguinos, paseos a estancias cercanas y un trekking por el cerro", asegura Michelle Troconis, directora de eventos del lugar. Muchos turistas que llegan a Ushuaia y tienen como destino final la Antártida, prefieren hacer una parada en el centro invernal más joven y austral del país.
En tanto, La Hoya, en Chubut, ofrece paseos para combinar con el Parque Nacional Los Alerces. Su principal ventaja radica en que en pocos minutos se accede desde Esquel (15 km al sur) a la silla cuádruple, para admirar la ciudad desde lo alto. Tientan las caminatas guiadas y dos palestras (una natural, sobre la roca lindante con la confitería La Piedra). "Tocar la nieve en verano es fascinante. Nuestro paseo en 4x4 y la caminata hasta los 1.500 m lo permiten", entusiasma Rodrigo Guereña, director de La Hoya.
Fuente: Clarin
Nuk ka komente:
Posto një koment