Uno se aleja varios cientos o miles de kilómetros con el deseo vehemente de descubrir otras geografías, otras gentes o, simplemente, para descansar el cuerpo y el alma, si ello fuera posible, en algún reducto junto al paisaje añorado. Los viajes esconden, para algunos, la desesperación de romper con la rutina, de dejar atrás el mundo cotidiano, o de reencontrarse con la familia y los recuerdos de tiempos vividos.
Esos mismos viajes encierran también una extraña paradoja comunicacional, entre tantas otras contradicciones que cada viajero podrá señalar. Porque, en el mismo momento en que el avión levanta vuelo, que el tren deja la estación o que encaramos la ruta, justo en ese instante en que uno empieza a disfrutar la ilusión de la lejanía, surge también una imperiosa necesidad de reconectarse con los que quedaron atrás. Aunque se trate de un viaje de un fin de semana. Hijos, padres, hermanos, algún amigo querido, no importa, casi siempre necesitamos decirle algo a alguien. Que llegamos, que está todo bien, que el destino es impactante, que todo está saliendo según lo planeado, que hace frío, que el vuelo se atrasó, que el hotel elegido es una maravilla, que los precios son carísimos, que la atención es de primera. Y, esencialmente, que los extrañamos. En este sentido, hoy la tecnología está de nuestro lado: teléfonos públicos, locutorios, celulares e Internet permiten al viajero estar en contacto, volver a estar con los suyos aun a la distancia.
Y les digo más. ¿No tienen la sensación, a veces, de que la construcción de los diálogos, de anécdotas, la transmisión de experiencias y emociones resulta mucho más fluida, más rica, mientras se vive la travesía?
Conservo viejos e-mails que me escribieron familiares y amigos -a quienes les gusta escribir-, desde algún lugar lejano, que son verdaderos relatos de viaje, tan ricos, pormenorizados y atractivos que evito borrarlos. Son pequeños retazos, breves muestrarios de aquellas narraciones e historias de viajeros que han sido -y son- el material de lectores ávidos de vivir las experiencias por otros transitadas.
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Relatos
e diel, 19 gusht 2007
Publicado por
El Punto Perfecto
en
8:35 e paradites
Etiquetas: Actualidad argento, Relatos
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