Naturaleza en el estado más puro
Playas, caminos de conchilla, frutales y vestigios indígenas, en el corazón de la Reserva Costera Sur Los caminos blancos de conchilla atraviesan bosques prístinos, naturaleza en estado puro aún no manipulada por el hombre de la Reserva Costera Sur, que muere en el Río de la Plata, a 150 km de Buenos Aires. Ligustros, coronilla, molle, tala y sombra de toro son algunos de los árboles y arbustos que aún sobreviven y forman parte del área natural declarada Reserva de Biosfera por la Unesco en 1984. Allí también resiste uno de los emprendimientos turísticos de Punta Indio, el centro de interpretación ambiental La Rinconada. "Esta era zona de grandes estancias y después un próspero polo turístico cuando por acá pasaba el único camino a Mar del Plata", explicó el dueño del centro, arquitecto Gerardo Agosteguis. En ese entonces Punta Indio, como cabecera de partido, tuvo su momento de gloria. En las décadas del 30 y 40, los porteños utilizaban estas playas, de las que quedan dos balnearios, El Pericón y El Sarandí, donde se pueden practicar deportes náuticos, tomar alguna cosa en los chiringuitos o bañarse en el río. Al parecer, aquí se encontraron y aún se encuentran al cavar vestigios de los guaraníes, tehuelches y araucanos: "Era una suerte de lugar de reunión e intercambio con alguna energía mística que excede nuestra comprensión desde la cosmovisión occidental", contó el arquitecto en pleno reciclado de las distintas cabañas de La Rinconada. El emprendimiento propone un circuito de interpretación para conocer las plantas de la zona, los frutales, las hierbas medicinales, gallinas, y también el alojamiento en las distintas construcciones realizadas con materiales ecológicos, dando lugar al "típico mestizaje cultural que nos atraviesa", concluyó, optimista, Agosteguis. El fue coordinador institucional del Parque Costero y uno de los primeros defensores de la preservación del recurso: transmite euforia por este lugar escondido, donde se mantienen los últimos vestigios de lo que fue la estructura natural de la pampa húmeda que vio Charles Darwin hace 160 años, y que tardó 60 millones de años en formarse; hoy se destruye con una simple topadora.
Comida gourmet de campo
Una vez que se llega a la zona por la ruta 11, el camino de conchilla, antigua vía hacia Mar del Plata, aparecen estos paisajes de vegetación baja y senderos blancos que atraviesan canales subiendo y bajando hasta llegar al cordón de conchillas y, por último, a las playas de arena fina y juncales que crecen dentro del agua, con la posibilidad frecuente de ver cigüeñas y nutrias. Una vez recorrida toda la zona, Cabañas La Betty es un lugar donde refugiarse y comer las pastas caseras de Rosa Elvira Sosa, promedio del cubierto, $ 30 por persona, o alojarse en las cabañas con dos hectáreas de parque a muy buen precio. Y recibir algún tratamiento del pequeño spa. Sosa y su familia hacen "comida gourmet de campo", con platos como las empanadas, el conejo al escabeche, la carne de cerdo a la cerveza negra, el lomo con champiñones de la fábrica de Verónica, y los ravioles de acelga de la huerta y ricota. Como todo se hace en el momento, no vaya con ansiedad, porque es posible que tenga que esperar un poco. Ezequiel Calvano atiende a los turistas mientras enseña las confortables cabañas de madera con cocina, parrilla, heladera, gas y leña, ventiladores de techo, DirectTV, con capacidad para cinco personas, y también las habitaciones con desayuno incluido. En el spa se ofrecen sesiones de sauna, hidromasaje, tratamientos de estética corporal y facial, y kinesiología. La pileta está a punto de habilitarse para los primeros calores; la cancha de fútbol, siempre abierta para el picado del domingo. Vale la pena llegar hasta el Parque Costero del Sur para toparse con algunos paisajes increíbles como los que tienen vista al río con apariencia de océano, o cuando la luz del sol se entremezcla con la vegetación autóctona que se ve desde los caminos blancos.
Datos útiles
Tarifas Cabañas, desde tres hasta cinco personas: $ 170 por día; hospedaje en habitación doble con desayuno, $ 120. Fin de semana, con hospedaje, pensión completa y un masaje para dos personas, $ 699.
Playas, caminos de conchilla, frutales y vestigios indígenas, en el corazón de la Reserva Costera Sur Los caminos blancos de conchilla atraviesan bosques prístinos, naturaleza en estado puro aún no manipulada por el hombre de la Reserva Costera Sur, que muere en el Río de la Plata, a 150 km de Buenos Aires. Ligustros, coronilla, molle, tala y sombra de toro son algunos de los árboles y arbustos que aún sobreviven y forman parte del área natural declarada Reserva de Biosfera por la Unesco en 1984. Allí también resiste uno de los emprendimientos turísticos de Punta Indio, el centro de interpretación ambiental La Rinconada. "Esta era zona de grandes estancias y después un próspero polo turístico cuando por acá pasaba el único camino a Mar del Plata", explicó el dueño del centro, arquitecto Gerardo Agosteguis. En ese entonces Punta Indio, como cabecera de partido, tuvo su momento de gloria. En las décadas del 30 y 40, los porteños utilizaban estas playas, de las que quedan dos balnearios, El Pericón y El Sarandí, donde se pueden practicar deportes náuticos, tomar alguna cosa en los chiringuitos o bañarse en el río. Al parecer, aquí se encontraron y aún se encuentran al cavar vestigios de los guaraníes, tehuelches y araucanos: "Era una suerte de lugar de reunión e intercambio con alguna energía mística que excede nuestra comprensión desde la cosmovisión occidental", contó el arquitecto en pleno reciclado de las distintas cabañas de La Rinconada. El emprendimiento propone un circuito de interpretación para conocer las plantas de la zona, los frutales, las hierbas medicinales, gallinas, y también el alojamiento en las distintas construcciones realizadas con materiales ecológicos, dando lugar al "típico mestizaje cultural que nos atraviesa", concluyó, optimista, Agosteguis. El fue coordinador institucional del Parque Costero y uno de los primeros defensores de la preservación del recurso: transmite euforia por este lugar escondido, donde se mantienen los últimos vestigios de lo que fue la estructura natural de la pampa húmeda que vio Charles Darwin hace 160 años, y que tardó 60 millones de años en formarse; hoy se destruye con una simple topadora.
Comida gourmet de campo
Una vez que se llega a la zona por la ruta 11, el camino de conchilla, antigua vía hacia Mar del Plata, aparecen estos paisajes de vegetación baja y senderos blancos que atraviesan canales subiendo y bajando hasta llegar al cordón de conchillas y, por último, a las playas de arena fina y juncales que crecen dentro del agua, con la posibilidad frecuente de ver cigüeñas y nutrias. Una vez recorrida toda la zona, Cabañas La Betty es un lugar donde refugiarse y comer las pastas caseras de Rosa Elvira Sosa, promedio del cubierto, $ 30 por persona, o alojarse en las cabañas con dos hectáreas de parque a muy buen precio. Y recibir algún tratamiento del pequeño spa. Sosa y su familia hacen "comida gourmet de campo", con platos como las empanadas, el conejo al escabeche, la carne de cerdo a la cerveza negra, el lomo con champiñones de la fábrica de Verónica, y los ravioles de acelga de la huerta y ricota. Como todo se hace en el momento, no vaya con ansiedad, porque es posible que tenga que esperar un poco. Ezequiel Calvano atiende a los turistas mientras enseña las confortables cabañas de madera con cocina, parrilla, heladera, gas y leña, ventiladores de techo, DirectTV, con capacidad para cinco personas, y también las habitaciones con desayuno incluido. En el spa se ofrecen sesiones de sauna, hidromasaje, tratamientos de estética corporal y facial, y kinesiología. La pileta está a punto de habilitarse para los primeros calores; la cancha de fútbol, siempre abierta para el picado del domingo. Vale la pena llegar hasta el Parque Costero del Sur para toparse con algunos paisajes increíbles como los que tienen vista al río con apariencia de océano, o cuando la luz del sol se entremezcla con la vegetación autóctona que se ve desde los caminos blancos.
Datos útiles
Tarifas Cabañas, desde tres hasta cinco personas: $ 170 por día; hospedaje en habitación doble con desayuno, $ 120. Fin de semana, con hospedaje, pensión completa y un masaje para dos personas, $ 699.
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