La Feria de las Naciones, un paseo por free shops del mundoEste año hay 205 stands en la muestra que ayuda a los 33 hospitales porteños.
Imperturbable ante los martillazos, serena a pesar del estruendo del armado de los stands, la presidenta de COAS, Carmen Amorín de Polledo, no descuidó ningún detalle para el montaje de la 30a. edición de la Feria de las Naciones, inaugurada anteayer.
El paseo de compras -la principal fuente de recaudación de la Cooperadora de Acción Social, que invierte sus esfuerzos en equipar y mantener los 33 hospitales porteños- ofrece este año 205 stands para tentarse y hacer las más variadas compras, hasta el lunes de la semana próxima, en el Centro de Exposiciones de la ciudad, en Figueroa Alcorta y Pueyrredón.
Es algo así como recorrer los free shops del mundo: hay productos de España, Francia, India, Italia, Portugal, Tailandia e Indonesia, entre otros países. Sin recargos aduaneros ni impuestos, la mercadería es un imán para aquellos que quieren comprar cosas lindas y novedosas, pero a bajísimo precio.
Los valores son atractivos; no hay dudas. Chatitas desde $ 29; sandalias por $ 19; impermeables de $ 25; cinturones por $ 14; bijouterie entre $ 18 y $ 35, y billeteras desde $ 19 son artículos más que seductores para muchos.
Para los hombres también hay camisas de lino por $ 45; las corbatas por $ 29 pueden resultar una buena opción para poner en el arbolito navideño. Sí, faltan dos meses, pero muchos previsores aprovechan la Feria de las Naciones para colaborar con Papá Noel.
Para la casa
También hay muchos artículos para la casa y para los pequeños de la casa. Sólo COAS importó más de 200.000 ítems para esta feria. La gran debilidad de ellas parecen ser los zapatos: hay más de 18.000 pares para elegir.
No es una tarea menor montar esta feria. "Compramos, seleccionamos e importamos la mercadería con el apoyo de las embajadas participantes. Es divertísimo", asegura la titular de la institución, quien lleva 29 años en COAS y la preside desde hace siete. Tuvo que tomar el timón en plena época de zozobra. De todos modos, está feliz con los resultados. "Con la crisis perdimos un millón de dólares y, poco a poco, nos fuimos recuperando. Esperamos invertir más de tres millones de pesos este año", explica. En 2006, destinaron más de dos millones de pesos al equipamiento de hospitales y en sus 30 años de labor solidaria se invirtieron 25.302.341 de dólares.
Más de 300 voluntarias trabajan en la feria. Muchas se cruzan con Carmen y resuelven los contratiempos de última hora entre risas. "Esto es como armar un pueblo. Hay de todo", dice contenta.
Los puntos de recaudación para COAS son tres: la boletería, la venta de stands a los expositores y lo recudado por las compras en los 14 stands que la cooperadora tiene en la feria.
"Es mágico elegir algo que a la gente le guste y eso se convierta en aparatología para los hospitales. Estamos muy agradecidas porque el público nos acompaña y es muy generoso con nuestro trabajo", dice Carmen en medio de un mar de cajas: el depósito.
Suena un teléfono y Carmen pide disculpas antes de atenderlo. Cuelga y sigue: "Siempre me impresiona este caos. No puedo creer que ya hayamos inaugurado".
Este año, las estudiantes de la Asociación Biblioteca de Mujeres realizaron, como práctica, el armado de las vidrieras de los stands.
El horario es el siguiente: de lunes a jueves, la feria estará abierta de 14 a 21; los viernes, de 14 a 22, y los sábados y domingos, de 13 a 22, y la entrada cuesta $ 14 para los mayores.
Para los hospitales
"Si no estuviera COAS realizando la feria, sería un evento comercial, como otros tantos. Pero la gran diferencia es que los hospitales están presentes de la mano de COAS y, a lo largo de todo este tiempo, las infinitas ventas que realizamos en la feria se convirtieron en instrumental médico de última generación, lo que posibilitó a los pacientes recibir una mejor atención hospitalaria", se entusiasma Carmen.
Y se confiesa emocionada por el éxito de la 30a. edición de la feria. "Es nuestra niña mimada. Espero que la gente lo pase lo mejor posible", dice.
Fuente: La Nacion
Imperturbable ante los martillazos, serena a pesar del estruendo del armado de los stands, la presidenta de COAS, Carmen Amorín de Polledo, no descuidó ningún detalle para el montaje de la 30a. edición de la Feria de las Naciones, inaugurada anteayer.
El paseo de compras -la principal fuente de recaudación de la Cooperadora de Acción Social, que invierte sus esfuerzos en equipar y mantener los 33 hospitales porteños- ofrece este año 205 stands para tentarse y hacer las más variadas compras, hasta el lunes de la semana próxima, en el Centro de Exposiciones de la ciudad, en Figueroa Alcorta y Pueyrredón.
Es algo así como recorrer los free shops del mundo: hay productos de España, Francia, India, Italia, Portugal, Tailandia e Indonesia, entre otros países. Sin recargos aduaneros ni impuestos, la mercadería es un imán para aquellos que quieren comprar cosas lindas y novedosas, pero a bajísimo precio.
Los valores son atractivos; no hay dudas. Chatitas desde $ 29; sandalias por $ 19; impermeables de $ 25; cinturones por $ 14; bijouterie entre $ 18 y $ 35, y billeteras desde $ 19 son artículos más que seductores para muchos.
Para los hombres también hay camisas de lino por $ 45; las corbatas por $ 29 pueden resultar una buena opción para poner en el arbolito navideño. Sí, faltan dos meses, pero muchos previsores aprovechan la Feria de las Naciones para colaborar con Papá Noel.
Para la casa
También hay muchos artículos para la casa y para los pequeños de la casa. Sólo COAS importó más de 200.000 ítems para esta feria. La gran debilidad de ellas parecen ser los zapatos: hay más de 18.000 pares para elegir.
No es una tarea menor montar esta feria. "Compramos, seleccionamos e importamos la mercadería con el apoyo de las embajadas participantes. Es divertísimo", asegura la titular de la institución, quien lleva 29 años en COAS y la preside desde hace siete. Tuvo que tomar el timón en plena época de zozobra. De todos modos, está feliz con los resultados. "Con la crisis perdimos un millón de dólares y, poco a poco, nos fuimos recuperando. Esperamos invertir más de tres millones de pesos este año", explica. En 2006, destinaron más de dos millones de pesos al equipamiento de hospitales y en sus 30 años de labor solidaria se invirtieron 25.302.341 de dólares.
Más de 300 voluntarias trabajan en la feria. Muchas se cruzan con Carmen y resuelven los contratiempos de última hora entre risas. "Esto es como armar un pueblo. Hay de todo", dice contenta.
Los puntos de recaudación para COAS son tres: la boletería, la venta de stands a los expositores y lo recudado por las compras en los 14 stands que la cooperadora tiene en la feria.
"Es mágico elegir algo que a la gente le guste y eso se convierta en aparatología para los hospitales. Estamos muy agradecidas porque el público nos acompaña y es muy generoso con nuestro trabajo", dice Carmen en medio de un mar de cajas: el depósito.
Suena un teléfono y Carmen pide disculpas antes de atenderlo. Cuelga y sigue: "Siempre me impresiona este caos. No puedo creer que ya hayamos inaugurado".
Este año, las estudiantes de la Asociación Biblioteca de Mujeres realizaron, como práctica, el armado de las vidrieras de los stands.
El horario es el siguiente: de lunes a jueves, la feria estará abierta de 14 a 21; los viernes, de 14 a 22, y los sábados y domingos, de 13 a 22, y la entrada cuesta $ 14 para los mayores.
Para los hospitales
"Si no estuviera COAS realizando la feria, sería un evento comercial, como otros tantos. Pero la gran diferencia es que los hospitales están presentes de la mano de COAS y, a lo largo de todo este tiempo, las infinitas ventas que realizamos en la feria se convirtieron en instrumental médico de última generación, lo que posibilitó a los pacientes recibir una mejor atención hospitalaria", se entusiasma Carmen.
Y se confiesa emocionada por el éxito de la 30a. edición de la feria. "Es nuestra niña mimada. Espero que la gente lo pase lo mejor posible", dice.
Fuente: La Nacion
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